(Del libro Nadie te creería)
un señor en un bar:
– ¡Mozo!
Éste no se da por aludido.
– ¡Mozo! (insiste).
Otra persona, de una mesa cercana, se inclina:
– Acá se dice “mesero” y no “mozo”.
No es que el mesero no lo haya oído, seguramente se ofendió.
El primer señor intenta nuevamente:
– Mesero, unos fósforos.
– ¿Mande? (llega el mesero, solícito).
– ¿Perdón?
– Es que acá decimos “mande” cuando alguien nos llama.
– En mi país decimos: “¿Qué?” (el señor).
– Acá eso es de mala educación (el mesero).
– Interviene una señora que leía un libro en otra mesa:
– En mi país “mala educación” es corregir a otra visita.
– Pero estamos en este país, señora, no en el suyo (el mesero, ofendido).
– En mi país un hombre no puede hablarle a una mujer si ella no está en presencia de su marido (un señor apoyado en la barra).
– El mesero hizo bien en responderle, en mi país es una falta de respeto no contestar a una dama. (otro hombre desde la barra).
– ¡Será! ¡Pero en mi país una mujer no se pasea sin un familiar! (una mujer bajita, sentada junto a sus hijos y el esposo).
– ¡Pues, fíjese que en mi país eso sería una vergüenza! (replica la mujer del libro).
El señor, desde la barra, aclara:
– No, lo que ella le quiere decir…
– ¿¡Cree que no entendí porque soy mujer!?
– Los hombres son paternalistas con nosotras (una joven estudiante desde una mesa, mientras su acompañante, un joven delgado, asiente con la cabeza).
– ¡En mi país los jóvenes les guardan respeto a sus mayores! (brama el segundo señor, desde la barra).
– ¡En mi país también, cuando vamos a los museos a ver dinosaurios! (replica la joven).
– ¡Esto es culpa de la televisión! (se lamenta un señor desde otra mesa). En mi pueblo no hay televisores y los jóvenes no son maleducados.
La señora bajita, que está rodeada por su familia, interviene:
– ¿¡Y en qué gastan su tiempo, me gustaría saber!? ¿¡En hacer porquerías!?
-¡El amor no es una porquería! (la joven a la mujer bajita)
– ¡Cállese la boca, insolente! (el esposo de la señora bajita).
-¡Oiga, no se meta con mi novia! Interviene el joven delgado que acompaña a la estudiante; pero desde la barra uno de los señores le responde con ironía:
– En mi país los hombres no va tras las faldas de las mujeres.
– ¡Será porque ellas llevan los pantalones! (contesta ella).
– ¡Jóvenes! ¡Retírense! (el mesero, acalorado).
– ¡Somos clientes, no puede echarnos! ¡En mi país estudio abogacía y conozco mis derechos! (el muchacho delgado).
– ¡Acá nos reservamos el derecho de admisión! ¡Fuera! (el dueño, que asoma desde la cocina).
El mesero aferra a la joven del brazo, entonces, interviene el esposo de la señora bajita:
– ¡Mesero! Es una mujer, ¡sea prudente usted también!
– ¡Es mujer pero nos ofendió! (el mesero).
– ¡No los ofendí! ¡Di mi punto de vista! (la joven defendiéndose).
– Si en mi país una mujer habla sin permiso de su marido es una falta de respeto (uno de los señores de la barra señalando al joven).
– ¡Él no es mi marido! (la muchacha).
– ¡En mi país una dama soló viaja con sus padres o su esposo! (el señor de la barra). ¡Mujer perdida!
– ¡Oiga, no la ofenda, es casi una niña! (la mujer bajita).
– ¡Si rayan a los jóvenes, yo me voy! (el primer señor, que había pedido cerillos).
– Acá se dice “si los corren” (el mesero).
– En mi país eso quiere decir “si los persiguen” (el señor de los cerillos).
– En mi país hay un proverbio que dice “La visita es el Rey” (la señora del libro).
– Y acá tenemos uno que dice “Donde vayas haz lo que vieres” (el mesero)
– Si en mi país hiciera lo que acabo de ver, me echarían por mal educado.
– ¡Si no está a gusto, vuélvase a su país! (el dueño del local).
– ¡Por supuesto que sí! (el de los cerillos).
– ¡Yo también me voy! (la señora del libro).
– ¡Y nosotros! (la señora bajita y su familia).
– ¡No regresaremos jamás! (la pareja de jóvenes).
– ¿¡Por qué no me habré quedado en casa, hoy!? (uno de los señores de la barra).
Todos se marchan del bar. El dueño se quita el delantal, quejándose con desánimo:
– ¡Para qué habré emigrado de mi país! ¡Quiero cerrar el local e irme! (Dirigiéndose al mesero):
A ver Juan cómo se las arregla usted porque ya estoy harto. El dueño arroja el delantal sobre la barra y se va.
El mesero recoge las mesas mientras piensa para sí: Qué cómo me las arreglaré, ja… se en este país ya no hay trabajo… no me quedará más que irme a otra parte. El mesero emigra a otro país. Llega y se dirige a un bar a distraerse un poco. Llama:
– Mesero, cerillos.
Un señor, desde otra mesa, se inclina y le aclara:
– Acá se dice “mozo”… y “fósforos”.
© Luis Pescetti
Muy linda historia. Y, también, muy divertida.
uno de los chicos que mensiona que la gente “es nacionalista solo cuandoesta fuera de su paÃs y con cosas poco trascendentes tratando de jugar el rol de algun tipo de consul o algo similar”, y tiene razón. y mucho.
La verdad, es que yo también lo conosi hace poco a Luis, y me encantaron sus cuentos.tiene que dedicarse a eso.
Besos y abrasos.
Muy linda historia. Y, también, muy divertida.
uno de los chicos que mensiona que la gente “es nacionalista solo cuandoesta fuera de su paÃs y con cosas poco trascendentes tratando de jugar el rol de algun tipo de consul o algo similar”, y tiene razón. y mucho.
La verdad, es que yo también lo conosi hace poco a Luis, y me encantaron sus cuentos.tiene que dedicarse a eso.
Besos y abrasos.
re lindo
re lindo
Realmente este texto refleja como la gente se pone en “nacionalista” solo cuando esta fuera de su pais y con cosas poco trascendentes tratando de jugar el rol de algun tipo de consul o algo similiar.Yo soy Argentina y vivi en Mexico casi 4 años es increible como los argentinos que viven alla ( casi 30 mil aunque no lo crean..) se aferran a su lunfardo solo con el objetivo de marcar que “soy argentino”, identificables tambien por los mocasines y/o ojotas ( “chanclas”…por si el que lee es Mexicano) creo que la tolerancia es fundamental y solo uno se da cuenta cuan diferentes son las cosas en otros rumbos recien cuando el millaje es grande (como le paso al camarero/ mozo).Exitos…me encanta tu trabajo Luis.
Victoria.
Realmente este texto refleja como la gente se pone en “nacionalista” solo cuando esta fuera de su pais y con cosas poco trascendentes tratando de jugar el rol de algun tipo de consul o algo similiar.Yo soy Argentina y vivi en Mexico casi 4 años es increible como los argentinos que viven alla ( casi 30 mil aunque no lo crean..) se aferran a su lunfardo solo con el objetivo de marcar que “soy argentino”, identificables tambien por los mocasines y/o ojotas ( “chanclas”…por si el que lee es Mexicano) creo que la tolerancia es fundamental y solo uno se da cuenta cuan diferentes son las cosas en otros rumbos recien cuando el millaje es grande (como le paso al camarero/ mozo).Exitos…me encanta tu trabajo Luis.
Victoria.
Buena la historia.
Luis: me encanta como
escribis.
Recomiendo Natacha.
Besos
Buena la historia.
Luis: me encanta como
escribis.
Recomiendo Natacha.
Besos
buenisimo, si pudieromos manejarnos con menos prejuicios…
buenisimo, si pudieromos manejarnos con menos prejuicios…
Ja.
Este texto es célebre en mi paÃs.
Te mando un abrazo muy fuerte hasta tu paÃs.
Mil besos y abrazos.
Sharis*
Ja.
Este texto es célebre en mi paÃs.
Te mando un abrazo muy fuerte hasta tu paÃs.
Mil besos y abrazos.
Sharis*
Hola Luis, en mi paÃs sos exitoso, que no es lo mismo que famoso; en mi paÃs sos gracioso, que no es lo mismo que chistoso; en mi paÃs sos serio, que no es lo mismo que solemne.
Gracias por abrir las brechas.
Andrés Sobico.
Hola Luis, en mi paÃs sos exitoso, que no es lo mismo que famoso; en mi paÃs sos gracioso, que no es lo mismo que chistoso; en mi paÃs sos serio, que no es lo mismo que solemne.
Gracias por abrir las brechas.
Andrés Sobico.
La verdad hace poco que descubri al señor Pescetti y me permito decir que es una maravillosa forma de enseñar y pasar el rato con mis alumnos—sus cuentos los atrapan en un mundo magico…y sus canciones los hacen no pensar y solo sentir, aparte que les enseña concentracion y los mas importante a ser niños…Mil Gracias por compartir!
La verdad hace poco que descubri al señor Pescetti y me permito decir que es una maravillosa forma de enseñar y pasar el rato con mis alumnos—sus cuentos los atrapan en un mundo magico…y sus canciones los hacen no pensar y solo sentir, aparte que les enseña concentracion y los mas importante a ser niños…Mil Gracias por compartir!
Hola Luis.
Te he visto en algunos conciertos y me he divertido mucho, te veia en bisbirijes, eres buenisimo. Chau. Espero que pronto vengas a Aguascalientes
Hola Luis.
Te he visto en algunos conciertos y me he divertido mucho, te veia en bisbirijes, eres buenisimo. Chau. Espero que pronto vengas a Aguascalientes
Me di de baja en el parrafo 16.
Me di de baja en el parrafo 16.
Los textos de Pescetti son tambien lecciones de variacion linguistica; gracias por compartir su trabajo.
Saludos
Los textos de Pescetti son tambien lecciones de variacion linguistica; gracias por compartir su trabajo.
Saludos
hola Luis,mis hijos y yo estamos encantados de escucharte x radio universidad los domingos aca en México, te mandamos muchos saludos y ¡Cuidate, no rompas nada, te pones sweater !!!!
hola Luis,mis hijos y yo estamos encantados de escucharte x radio universidad los domingos aca en México, te mandamos muchos saludos y ¡Cuidate, no rompas nada, te pones sweater !!!!
que enredo tan divertido.
que enredo tan divertido.