El tercero de los señalados pedidos era uno que, en lo que se cocinaba el helado (tal cual), la dueña de casa me pidió que leyera en voz alta. Arrancaba flexible: le pedía a San Antonio que quería un hombre de entre 1,70 y 1,80. Eso está bien porque le da un margen al santo, no es que de entrada le salía con un quiero un hombre de 1,79 por ejemplo. Pero después seguía y seguía, que fuera bueno con los hijos (que todavía no habían tenido) y que fuera paciente (ahí no aclaraba de qué psiquiátrico) y que fuera esto y lo otro. Desde la media página en la que empezaba, hasta el final de la página. Di vuelta y seguía la descripción completando la otra página. Con lo cual era tal la recalcada exactitud que a uno ya le entraba la sospecha de si no había sido una visión lo de esta mujer, y se seguía taladrándole la oreja al santo desde el final de esa página (acuérdense un libraco de esos de actas) hasta la mitad de la otra página, y aquí es dónde les voy, porque lo bien toreado es lo bien rematado, como suele decirse, pues en el mero final de la detallada descripción de características remataba con un glorioso:
“O eso o algo mejor”.
Y ahí hasta daban ganas de ser el santo y cumplirle; por lo bueno que estaba ese final tipo “ahí se lo dejo a su criterio” o “lo que usted guste, patrón”.
Se ve que me quedé pensando porque al otro día lo incluí en una charla juntándolo con aquello de que Dios escribe derecho con letras torcidas, porque cómo es que uno elige en el amor. Uno dice: “Me gustaría alguien que fuera…” y ahí se suelta con un par de renglones de ideal para vivir un amor ideal. Después te encontrás en pareja, un buen día te acordás y comparás la lista con quien duerme con la boca abierta a tu lado, y exclamás:
– Ah, caray, ¿y a qué horas me llegó el encarguito?
Porque no se parece en nada, en casi nada, en bastante poco, en lo esencial sí, en lo que más nos importa sí. Como dicen en México que qué significa “nuera”: “nu’era lo que quería para mi hijo”.
Y sin embargo, en la buena mayoría, pasan los años, la vida y te encontrás con que no era lo que buscabas pero terminó siendo lo que querés.
O bien: no era lo que me imaginaba, y menos mal.
Porque incluso ¿no es que da algo de cosita si uno oye a una persona que planificó exacto y consiguió exacta la medida? Uno se quedaría medio friqui, como sintiendo que hubo un demasiado de control un “Nunca tentregates, corazón”.
Porque se suponía que el corazón tenía razones que la razón no iba a entender… y tanto que ni lo dejó hablar.
Como le pasó a una amiga que fue a uno de esos negocios que venden desde corbatas hasta pasteles, porque cumplía años su padre y necesitaba de los dos extremos. Saliendo de ahí iba un señor delante de ella con un pequeño paquetito de la mano, y ella con sus bolsas y bolsas, y el cuate con su paquetito, y ella con su cargadera. Hasta que el inocente oyó que alguien le caminaba cerca, voltea, nota las bolsas y le comentó coqueto:
– Parece que venimos del mismo lugar.
Pero ella, ni que la hubiera atacado un daemon griego le soltó:
– Sí, y como siempre, yo soy la que le toca cargar todo, y el señor lo más tranquilo con un paquetito ligero.
Y el cuate, que no era lento para la negociación, tomó el convite y le retrucó:
– Porque, como siempre, tú eres la que le antoja comprar y comprar de esto y de lo otro, y yo ahí gastando tus caprichos.
Ni se conocían, quiero aclarar, les dio el impromptus, ¡y moles, mis compadres! Mi amiga terminó ennoviando con el ñor ése, por andar abriendo la boca.
Ni se lo esperaba, y menos hay manual que diga:
“Si el azar la lleva a caminar detrás de un desconocido, suéltese con un reproche, antes de saber si le gusta, y caerá rendido en sus brazos”
Pues no.
Entonces viene que pasan esos días o esos años y uno aprende y conoce esa extraña mezcla entre la sorpresa y lo que siempre supimos que así sería. Entre nunca me lo imaginé así, y: fue lo bueno.
O lo posible. O lo inasible.
Tampoco uno le va a decir: “Ábranse al misterio”, ¡qué tarugada es ésa! que por no mirar luego uno se mete con cada bicho, no.
Sino más bien que por eso, por lo de que Dios escribe derecho con letras torcidas, y por lo mismo la carta de la ñora ésa que hizo su buena descripción precisa de lo que quería, y tuvo a bien agregarle “O eso o algo mejor”, porque por ahí le agarra al amor: por no va a ser cómo tú pensabas pero va a ser como tú querías. O eso, o algo mejor. Tal cual.
No sé si me entienden, yo más o menos… y por lo mismo.
Luis
© Luis Pescetti
oigan estan padres las cronicas pero yo kiero una en especial por fas de mexico sii!!
AYUDA!!
🙂
.
oigan estan padres las cronicas pero yo kiero una en especial por fas de mexico sii!!
AYUDA!!
🙂
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Algo así Luis, que uno primero se pone exigente y luego por no parecer perverso se pone indulgente y que de todos modos sale uno perdiendo (!¡) Estaría bueno que los Santos a los que uno encomienda sus ilusiones al menos especifiquen qué de plano no tienen en nuestros planes, digo, para no sentir tan desviado lo que mandan, aunque ya en confianza y en secreto (susurrando) quejarse por amor es un vicio que bien que se disfruta, no se hagan… Luis, un beso y un abrazo como siempre, no tardes tanto en volver a México, te extrañamos.
Algo así Luis, que uno primero se pone exigente y luego por no parecer perverso se pone indulgente y que de todos modos sale uno perdiendo (!¡) Estaría bueno que los Santos a los que uno encomienda sus ilusiones al menos especifiquen qué de plano no tienen en nuestros planes, digo, para no sentir tan desviado lo que mandan, aunque ya en confianza y en secreto (susurrando) quejarse por amor es un vicio que bien que se disfruta, no se hagan… Luis, un beso y un abrazo como siempre, no tardes tanto en volver a México, te extrañamos.
Hola! le mandé ésta historia a varias amigas y amigos!
en unos meses vamos a cumplir 25 años de estar juntos con Juan, que no tiene nada que ver con lo que pedí a los 23!!!!
besos
Hola! le mandé ésta historia a varias amigas y amigos!
en unos meses vamos a cumplir 25 años de estar juntos con Juan, que no tiene nada que ver con lo que pedí a los 23!!!!
besos
Hola Luis, tienes toda la razón, yo le pedí a San Antonio Algo y en 29 días me caso con alguien muy diferente…. espero que sea mi “algo mejor”.
Hola Luis, tienes toda la razón, yo le pedí a San Antonio Algo y en 29 días me caso con alguien muy diferente…. espero que sea mi “algo mejor”.
Hola Luis! realmente el relato es formidable me eh estado riendo como loca, diciendome que que razón tienes, yo no creo mucho en San Antonio pero el que me mando la verdad que ni mandado hacer ni a pedir. Te mando muchos saludos cuidate mucho y que estes muy bien.
Hola Luis! realmente el relato es formidable me eh estado riendo como loca, diciendome que que razón tienes, yo no creo mucho en San Antonio pero el que me mando la verdad que ni mandado hacer ni a pedir. Te mando muchos saludos cuidate mucho y que estes muy bien.
Hola Luis…me reido como ni tienes idea con tu relato…. y al final me he dado que San Antoño me cumplio con un cuate que no corresponde a la características solicitadas ni algo mejor…. tal cual como el santo quiso…chihuahua ¿como le reclamo?
Hola Luis…me reido como ni tienes idea con tu relato…. y al final me he dado que San Antoño me cumplio con un cuate que no corresponde a la características solicitadas ni algo mejor…. tal cual como el santo quiso…chihuahua ¿como le reclamo?
Luis:
Cómo me he reido!! Todo lo que dices es verdad. Yo recién acabo de enviudar. Él era un hombre que más o menos correspondía al “modelito” que un día habíamos diseñado mi hijo y yo (aunque con la inevitable “pasión futbolera”) y fue un hombre que me hizo feliz los años que estuvimos juntos.
Ahora, cuando pase el proceso de duelo empezaré a imaginar ese nuevo “modelito” que no sea como yo lo piense, pero sí como yo lo quiera.
Besos Luis!!
Luis:
Cómo me he reido!! Todo lo que dices es verdad. Yo recién acabo de enviudar. Él era un hombre que más o menos correspondía al “modelito” que un día habíamos diseñado mi hijo y yo (aunque con la inevitable “pasión futbolera”) y fue un hombre que me hizo feliz los años que estuvimos juntos.
Ahora, cuando pase el proceso de duelo empezaré a imaginar ese nuevo “modelito” que no sea como yo lo piense, pero sí como yo lo quiera.
Besos Luis!!
En que asunto te metiste Luis! que cosa difìcil, bueno, lo digo por lo que veo a mi alrededor, porque a mi me toco el amor cuando no lo buscaba, y me enamorè, y fue el ser impensado y diferente de lo que hubiera pedido en mi carta a San Antonio, y lo disfruto a diario. Por ahì nada mas se trata de dejar que pase, y cuando pasa agarrarse fuerte con mas espectativas que pretensiones, algo dificil para los tiempos de hoy en los que la gente sabe que clase de novio quiere como si fuera a comprarse un lavarropas: cuantos botones, funciones, colores etc. en base a las recomendaciones que le hicieron sus amigas.
Un abrazo! y suerte a todos los que todavìa no se encontraron, tienen todo lo lindo por venir!
En que asunto te metiste Luis! que cosa difìcil, bueno, lo digo por lo que veo a mi alrededor, porque a mi me toco el amor cuando no lo buscaba, y me enamorè, y fue el ser impensado y diferente de lo que hubiera pedido en mi carta a San Antonio, y lo disfruto a diario. Por ahì nada mas se trata de dejar que pase, y cuando pasa agarrarse fuerte con mas espectativas que pretensiones, algo dificil para los tiempos de hoy en los que la gente sabe que clase de novio quiere como si fuera a comprarse un lavarropas: cuantos botones, funciones, colores etc. en base a las recomendaciones que le hicieron sus amigas.
Un abrazo! y suerte a todos los que todavìa no se encontraron, tienen todo lo lindo por venir!
“…no va a ser cómo tú pensabas pero va a ser como tú querías. O eso, o algo mejor. Tal cual.”
Tal cual, como yo queria!
Gracias por los tiernos relatos….y si, creo que te entiendo!
“…no va a ser cómo tú pensabas pero va a ser como tú querías. O eso, o algo mejor. Tal cual.”
Tal cual, como yo queria!
Gracias por los tiernos relatos….y si, creo que te entiendo!
Simplemente genial Pescetti ¡¡¡¡¡¡
Simplemente genial Pescetti ¡¡¡¡¡¡